domingo, 15 de noviembre de 2009

Cuentos cortos; por: Daniel Cháves


Dios Eclipsado

Subió a la colina porque el panorama que ese lugar le deparaba era el más espléndido de todos. Desde esa altura, la nostalgia lo tomó por sorpresa, y aunque la sensación era agradable, sintió que se estaba traicionando a sí mismo. Tras un momento de vacilación, acabó por aceptar el orden que la memoria le imponía con tanta crudeza. No puede ser –se reprochó impunemente- no puede ser que me haya olvidado de la inmortalidad-.


Laberinto

Yo quería perderme, sólo ahora lo comprendo, el deseo de perdición es el único al que le corresponde una realización verdadera. Pero una vez dentro del laberinto, ansiaba hallar un pasillo en cuyo final me descubriera un espejo.
La Alegría del Despertar
…Se sintió segura, porque sin importar lo que sucediera, despertaría siempre en el mismo sueño.


Amo lo que muere

…y entonces intuí que el vértigo nada significaba, y que en ningún lugar existía el reposo eterno. Sí –dijo la voz del amado agonizante- como una ola que va a romperse en los confines de Tu mirada eclipsada.


Danza

Y ellos danzaron hasta que la noche se tornó interminable. Las estrellas aún testimonian su hazaña.


Tiempo

Fue ayer que nos vimos… apenas puedo creerlo, y es hoy que vamos a encontrarnos, esto ya es inaceptable.


Horror

…Se sintió segura, porque sin importar lo que sucediera, despertaría siempre en el mismo sueño.


La Espera

Yo sólo espero que no seas Real.


La Verdad del Sueño

Sumergido en las profundidades del sueño, acarició tiernamente lo innombrable. Y contrario a lo esperado, una tristeza infinita lo embargó: o bien tendría que morir o dejar de soñar.


Nada te justifica

Intenté decirles lo crueles que eran al pedirme que me justificara, y ellos se sumieron en un silencio impenetrable.


Escucha:

Lo que escribo es un grito de desesperación cuyo eco, al resonar en el vacío, se transforma en melodía excelsa. El orden no es irreversible, de la melodía al grito también encontrarás una verdad sobre mí… ¿Me creerás si te digo que sólo escribo para alcanzar el Silencio? Un silencio sin duración.

(Fotografía: Sintítulo, por dsml)

jueves, 25 de junio de 2009

Insectos


Lombriz de tierra


Soy una chica solitaria.

En mí los anillos se enlazarían dando vida a los órganos. Tan sólo dos orificios y un sentido de percepción: tacto. ¿Se trataría de una broma…? Hermafrodita; aún así la cópula tendría lugar en mi ciclo reproductivo. Me llamarían lombriz de tierra, no me arrastraría sino bailaría al son del corazón ígneo. En mi singular figura el infinito quedaría a la vista de mi cuerpo con todas sus contradicciones.

Ayer tragué tierra al hundirme por el océano, si es que estuvo bien decir tragar, pues mi boca fue también un ano que comunicó con otro ano que fue otra boca y así lo más pequeño y lo más grande tuvieron lugar en mí a una vez.

Hoy expulso la tierra y asomo mi piel en el cráter de un volcán, sin ver, ni oír, tampoco oler, es mi piel copulando ardiente y deseosa por anular la perfección que hace de otra lombriz una extensión de lo mismo y la imposibilidad de amar.

Mañana me encontraré en el límite de la perfección e iré tras la luz que dejarán en calidad de promesa las estrellas muertas; no habrán más luces, no me interesarán sino aquellas que hablarán del fin en el comienzo, de la misma forma como vivirán dos personas que se aman, cada instante como único y último, cada acto como un sueño de morir, desnudas juntas y abrazadas, aún sentirán celos de las arrugas que el tiempo colocará para esconder algo del cuerpo de la otra persona amada.

Nunca. Mi corazón siendo todo mi cuerpo, bailando y moviéndose con percusión atónita, sin melodía ebria, armonía caótica. Reconociéndome como defecto, anhelo, ausencia. Movimiento ondulatorio. Pasando por la tierra como una promesa de vida. Alimentándome de ella, oxigenándola y abonándola. Enterrando-me… dentro de la tierra… dentro de mí misma… una onda que se alcanza a sí misma.

(Acrílico: Sin título, por: Edwing Pinzón Games)

sábado, 2 de mayo de 2009

Insectos


Araña

Cuerpos confluyendo entretejidos en un cuerpo. Casi fundidos. Volar, correr, nadar. Cavando, tejiendo, construyendo. Araña se hace grande de esperar a su pareja con la bolsa de semen y acechar su partida con el manto de la muerte en su espalda, pero él, aunque pequeño, son otros muchos cuerpos que saben del peligro y apuestan en el encuentro entregar una gota de vida y escapar al caldo de la desintegración.
Araña teje pensamientos y atrapa sueños. Araña acecha la invisibilidad de las palabras y siente su peso de otro lugar que quizá no es ya el tejido. En la red de pensamientos hay hilos de amor, viscosos, en los cuales las palabras expiran todas sus fuerzas, hay otros que limitan, secos, en los cuales las palabras se fijan mientras araña les extrae el sumo de vida y aclara las ideas.
Sobre una húmeda superficie araña ha tejido. Sus patas han variado en formas peculiares aumentando sin parar el número de posibilidades. El tiempo pasa dejando palabras… unas nuevas; unas ya habladas; otras muchas son mudas; algunas han dicho; otras dicen cuando llegan y entonces callan; hay unas que prometen pero mueren a la llegada; otras que nacen cuestionando la nada. El tejido se ha extendido secando la sabana, en ocasiones se deterioran algunas de sus partes y dice algo de la muerte, en ocasiones el cuerpo de araña se hace lento y pequeño entonces su tejido le muerde.
Me gustaría decirle a araña que su tejido envejece y acumula en ciertos lugares sobras de veneno, hay también rincones del tejido donde la vida es un derroche que acontece. Quiero preguntarle a araña cuál es el límite de ese tejido donde tenemos lugar las palabras… si es pensable… soñar-b-le… imaginable… o si tan sólo no es amable.
Dinos araña ¿somos un cuerpo o tu cuerpo o muchos cuerpos? ¿Es esta una pregunta que nos solicitamos? ¿Acaso somos hijos que meces en tu canto hasta el día cuando decides devorarnos? Halamos cuerdas día y noche y aún sin día ni noche, anudamos y enredamos y al mismo tiempo llevamos palabras a la cripta gramatical para que el jugo intestino las haga comestibles… ¿Si somos un cuerpo o tu cuerpo o muchos cuerpos… dónde estamos…en qué gesto somos? ¡Libidinoso huevo de araña!
Tejido viviente incalculable que palpita deteniéndose sin orden como la risa nerviosa de un niño que llora acariciando las arrugas de su cuerpo y ve sus manos pero siente otra cosa en ellas o camina en el espacio pero no es un lugar lo que acelera pues quien canta o teje o sueña o cuenta más bien crea que limita.
Araña… tu cuerpo en el abrazo de aquellos amantes que se juntan insaciables… Araña… el tejido en los vacíos que entretejen rincones y puertas fracturadas…

(Fotografía: Sin título, por: Edwing Pinzón Games)

jueves, 9 de abril de 2009

Insectos


Hormiga obrera

Hormiga ha trabajado a lo largo de su vida. Creando infancia, afianzando adultez, recorriendo adolescencia. Ha compartido el tiempo del ocio, ha sentido la falsa libertad anárquica, ha vivido el ímpetu de la irreverencia y recuerda el día cuando alguien le habló de subversión… era el sepelio de su amigo escritor cuyo epitafio decía: dedico mi muerte a las putas, drogadictos, anarcos, travestis, homosexuales, y todos aquellos que han tenido más valor que yo… ellos merecen estar vivos.

Una mañana la reina contó a hormiga que trabajaría hasta el último día de su vida, fue una deferencia que tuvo con ella porque en el ataque de las avispas hormiga le salvó la vida.

Una tarde hormiga se enamoró de gusano y desde entonces ha trabajado aún más duro para conseguir un permiso al mes y así encontrarse con él.

Hormiga recorre los campos, conoce el mundo sin amos y también el mundo de los humanos. Muestra a la hilera de hormigas la angustia que se eleva en el horizonte e indica rodear el río que revela las preguntas.

Hormiga comprende el significado del trabajo y cuando escucha a gusano volar cerca sube hasta la rama más alta de un árbol donde espera paciente a que él venga por su beso de amor. Entonces observa las figuras de las demás hormigas en movimiento, escucha las pisadas subterráneas, imagina cada huevo en la madriguera, sueña con las nubes de algodón de azúcar y siente el vértigo al precipitarse en vuelo hasta el suelo.

Hormiga transporta piedras preciosas labradas por el tiempo. Talla en ellas los recuerdos y construye luego portales desde la madriguera a otros mundos. Cruza los portales. Hormiga en aquel momento no es obrera sino el portal mismo, una gema tallada en cada recorrido. El trabajo de hormiga nunca terminará porque la vida de hormiga es su propio trabajo y éste la vida de la colmena.

(Fotografía: Sin título, por: Edwing Pinzón Games)

viernes, 3 de abril de 2009

Insectos


Gusano de seda

Gusano tarda en usar las patas y al estirarlas poco a poco llora por el dolor de sus articulaciones. Corre ahora atravesando el espacio.

Gusano teje un capullo. Sueña que tiene alas. Lentamente se instruye entre enredos y rasguños.

Gusano crece dentro de su hermoso capullo. Atraviesa el tiempo. Se desarrolla y adquiere el valor que necesitará para lanzarse al vuelo.

Gusano desea tragarse su capullo, último límite de su libertad. Pero que aquel acto significaría tragarse sus sueños y esperanzas, dejar untados en el babero los recuerdos de quienes rasguñó con sus patas cuando aprendió a tejer.

Gusano comprende que ha llegado el momento de hacer un nuevo nudo. Deshilacha su capullo. Teje unas ligeras y fuertes alas; alas soñadas; alas vividas; alas que son el más allá hacia donde se dirige.

(Fotografía: Sintítulo, por: dsml)